VALENTINA Y EL MÁGICO PEZ DORADO








Hace mucho tiempo en un pequeño pueblo pintoresco llamado San Mateo vivía una niña llamada Valentina, ella vivía junto a su padre y sus dos hermanos, Valentina era una niña muy inteligente y tenía muchos sueños. Uno de sus más grandes sueños era conocer el mar ya que como su familia era muy humilde no tenían dinero suficiente para viajar, ella imaginaba que el mar era inmenso y muy bello. 

Una mañana al despertarse su padre la envió a juntar leña y justo cuando estaba por terminar a lo lejos observo algo brillante que saltaba en el río, al acercarse se dio cuenta que era un pequeño pez dorado, intentó agarrarlo, pero éste se fue. 

3 días después Valentina regreso al río y encontró de nuevo al pez, al acercarse el pez saludo a Valentina y ella se asustó pues nunca había visto un pez que hablara, a los pocos minutos después de que se le pasó el susto decidió volver a acercarse y saludar también al pequeño pez, estaban muy felices platicando pero Valentina tenía que irse pues ya era mucho tiempo fuera y su padre le estaría buscando, así estuvo yendo durante 2 semanas a jugar y platicar con el pez hasta que un día el pez le confesó que tenía magia y él podía cumplir el deseo que quisiera, entonces Valentina recordó que ella deseaba ir al mar y así el pez la llevó. 

Al llegar al mar Valentina deseo poder nadar y respirar bajo el agua, el pez le cumplió su deseo y estando bajo el mar Valentina conoció muchos animales y llegó a un pequeño reino de sirenas y después de convivir con las sirenas le pidió al pez que la convirtiera en sirena para quedarse ahí para siempre. El pez sorprendido con el deseo de Valentina le dijo que si hacía eso nunca más podría ver a su familia, entonces ella decidió que era mejor ya regresar al pueblo. 

Cuando llegó al pueblo su papá la regaño porque él estaba preocupado ya que Valentina había desaparecido todo el día, ella le contó sobre el Pez mágico pero su papá no le creyó. Entonces ella lo llevó al río para que viera al pez, pero el pez no apareció, así pasaron los días y el pez no aparecía. Pasaron semanas, meses, años y Valentina no vio nunca más a su pequeño amigo.



FIN

GERARDO


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